Esto no es un poema. Como tampoco aquella pipa
es una pipa. Es juego hipertextual, una tentativa con estructura no secuencial
que me permite enlazar imágenes de diversas fuentes por medio de enlaces
asociativos.
“Mujeres Bambú”
Escúchanos
somos
fases de luna
con
tinta de poesía
en
páginas arbóreas
Silenciamos
las voces lacrimosas
marionetas de Galdós
en ficciones plañideras
Escúchanos
somos
las ingeniosas cervantas
con
las piernas liberadas
por
caminos de la Mancha
Escapamos
de la jaula del destino
nuestros cuerpos no serán
ni el de Ofelia ni Julieta
Escúchanos
con
la astucia de Elizabeth
sin
prejuicio y con orgullo
confrontamos
el insulto
Detestamos
el abuso de los hombres
a Don Juan el burlador
a Rodolfo el libertino
Escúchanos
somos
altavoces de Simone
dueñas
de nuestro sexo
no
mujeres rotas por desprecio
Curamos
bovarismo con realismo
no queremos arrastrarnos
por amor hacia el suicidio
Escúchanos
con
el libre entendimiento
de
la rusa Salomé
hacemos
del amor el juego del placer
Conjuramos
la obsesión de Isolda
por las pasiones que matan
dando vuelta a la puerta giratoria
Escúchanos
somos
damas que en tableros de ajedrez
levantamos
la palabra
en
casillas de poder
Abdicamos
a ser muñecas de trapo
obligadas a someternos
al deseo violentado
Estamos luchando
de pie
como varas de bambú
floración
que nadie puede quebrar
doblando por la cintura
más que un cuerpo
somos palabreras cantoras
guerreras contra el silencio
En su versión original este juego oral se
tituló “Varas de bambú”. Fue escrito el 18 de noviembre de 2020, para sonorizarlo
con “Slam Poetry”. Aquí el enlace: https://www.facebook.com/slampoetryofficial/videos/418926656137148
Ahora reescrito bajo el título “Mujeres Bambú” ingresa
en diálogo con mi relectura del ensayo “No adónde va, sino de dónde viene” de
Brenda Lozano, publicado en Tsunami
(edición y prólogo de Gabriela Jáuregui, México: Sexto piso, 2018).